miércoles, 31 de mayo de 2017

El #Pucherazo De Cospedal - II


Con tiempo de retraso y aprovechando el día de Castilla La Mancha, recupero el polémico asunto de la Ley electoral de autonómica puesta en marcha por la que era presidenta de la Junta, María Dolores De Cospedal García

En un primer artículo, se explicó y se expuso el problema de representatividad al que se había llegado después del crecimiento demográfico de Toledo y de Guadalajara


En la Semana Santa de 2012, el PP presentó en las Cortes de Castilla La Mancha la propuesta de reforma de la Ley Electoral para las Elecciones Autonómicas de la región cuya principal modificación era el aumento de 4 diputados, pasando de 49 a 53: todas las provincias crecían en 1 diputado, excepto la provincia de Albacete. Con ello, quedaban con número par las provincias de Albacete y Ciudad Real (las provincias con mayor voto socialista) y con número impar las otras tres provincias: Cuenca, Toledo y Guadalajara (las más proclives al PP). 

Simulación del resultado de 2011 con la nueva Ley Electoral de 53 diputados

  • En cuanto al fondo, el PP lo tenía claro: en una comunidad claramente bipartidista, el PP conseguiría empatar a escaños en las provincias más adversas, consiguiendo ventaja en las provincias con número impar para así tener más fácil la mayoría absoluta en las siguientes elecciones. 
  • En cuanto a la forma, se hizo a hurtadillas y aprovechando los días festivos de la Semana Santa. El portavoz del Grupo Popular en las Cortes, Francisco Cañizares motivaba y justificaba el aumento de diputados (en plena crisis económica) en que las Cortes de CLM eran de las más austeras de toda España. Diciendo algo así, como "que no los podemos permitir". 
  • En cuanto al plano legislativo, la modificación no tenía por donde cogerse. No se hacía un cálculo automático de escaños con respecto a población, como hay en muchas otras elecciones autonómicas, no justificaba que unas provincias crecieran (Cuenca) y otras no (Albacete) y no se mantenía un mínimo de proporcionalidad. Era simplemente una chapuza electoral ad hoc. 


Después de la modificación se dieron dos circunstancias importantes que harían cambiar drásticamente el rumbo tomado a los populares. En palabras de Borrell, el gigante portaaviones a 900 km/h hizo un giro de 180º de forma repentina. 

1.- Por un lado, se publicaron encuestas en Castilla La Mancha en las que con la nueva ley electoral y la bajada de respaldo electoral al PP por su mala gestión, incumplimiento de promesas electorales y recortes en materias sensibles (De Cospedal cerró hasta 21 centros de urgencias de Castilla La Mancha que la Justicia le obligó a rectificar y quiso la privatización de hasta 4 hospitales públicos para ponerlos en manos amigas), daban entrada a IU y a UPyD y alejaban al PP de la mayoría absoluta en unas hipotéticas elecciones.

Encuesta de NC Report (2013) que daba entrada a IU y UPyD en las Cortes de 53 diputados

2.- Por otro lado, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo iniciaron el debate y su intención de reducir el número de diputados tanto en la Asamblea de Madrid y en el Parlamento de Galicia. Con el pretexto de dar una imagen de "ejemplaridad" a la ciudadanía y una muestra de austeridad, lo que pretendían realmente era asegurar y blindar sus mayorías absolutas, en Madrid haciendo circunscripciones uninominales con un sistema mayoritario (al estilo del Reino Unido) y en el caso de Galicia reduciendo el nº de diputados de 75 a 61 para dificultar la entrada de nuevos partidos (como la plataforma AGE) y primar el voto rural de las provincias menos pobladas (Lugo y Orense) donde el PP es más hegemónico. Ante esta tesitura, la Secretaria General del Partido Popular quedaba totalmente desacreditada y desautorizada por dos de los líderes autonómicos más importantes de la formación.



En el otoño de 2012 y aprovechando el Debate sobre el estado de la Región, la presidenta María Dolores De Cospedal soltaba el bombazo: iba a dejar sin sueldo a los diputados y además iba a reducir el número de diputados a la mitad. Quien unos meses antes aumentaba el número de diputados de 49 a 53, ahora se había enterado de que había una crisis económica (el paro en Castilla La Mancha se acercaba al 30%). El Pucherazo quedaba claro: por un lado se dificultaba la tarea de oposición en las Cortes dejando sin sueldo a los diputados del PSOE y por otro lado, blindaba el bipartidismo, porque al reducir el nº de diputados prácticamente hacía imposible que IU y UPyD pudieran entrar en las Cortes de CLM. Se convertía las Elecciones en un mano a mano entre PP y PSOE y además De Cospedal aparcaba los temas económicos y sociales con una medida demagógica y populista que era bien acogida por unos ciudadanos "hartos" de los políticos. No lo sabía, De Cospedal, pero estaba cavando su propia tumba política como líder en Castilla La Mancha. 


Pero además, el cambio quedaría blindado, porque para ello tenía que modificar el Estatuto de Castilla La Mancha. En primavera de 2014 era aprobado en el Congreso y en el Senado, sólo con los votos del Partido Popular (por primera vez un Estatuto era reformado sólo con los votos de un partido) la modificación del Estatuto de Castilla La Mancha, situando el número de diputados en una horquilla de entre 25 y 35 diputados. 


Un par de meses más tarde, las Cortes de Castilla La Mancha aprobaba la modificación de la Ley Electoral (segunda en 2 años) para reducir el nº de diputados fijándolo en 33 (20 menos).




El Pucherazo estaba en marcha. Lo único parecido entre las dos leyes electorales De Cospedal, eran el sectarismo que respiraban. En ambas, Albacte y Ciudad Real quedaban como provincias con número par de diputados (para un previsible empate entre PP y PSOE) y las otras tres provincias con un número impar (para que el PP consiguiera ahí imponerse y ganar las elecciones):


Con lo que no contaba De Cospedal era con que la demagogia y el populismo que ella había alimentado se volverían en su contra en forma de un nuevo partido político, Podemos, que irrumpiría en las Cortes de Castilla La Mancha.


Las elecciones de 2015 dibujaron un empate técnico entre Partido Popular y PSOE en el entorno del 37% ambos. También situación de empate entre Podemos y Ciudadanos, con la particularidad de que Podemos se situaba por delante tanto en Toledo como en Guadalajara, ganando los últimos diputados en juego en ambas provincias. Justicia poética sentenciada: De Cospedal ganaba las elecciones, pero tendría muy difícil gobernar. Además, su posible aliado, C's (que había mantenido en el poder al PP en La Rioja, Castilla y León, la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia) quedaba fuera de las Cortes. Sin la reforma electoral, C's hubiera obtenido 4 diputados y podría haber mantenido a De Cospedal en la presidencia de la Junta.

Simulación del resultado de 2015 con la Ley Electoral de 53 diputados

Además, se demostraba como la Ley Electoral dejaba fuera a casi un 20% de los votantes. Cerca de 200.000 castellanomanchegos se quedaban sin ser representados en las Cortes:


Al poco de ser investido Emiliano García-Page, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, De Cospedal dejó su sitio en las Cortes de Toledo y se volvió a Madrid para ir en las listas de al Congreso por Toledo, incumpliendo su última promesa electoral, ésa que decía que se quedaría en Castilla La Mancha. 



@ajcalzado

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